domingo, 30 de septiembre de 2012

Cráneos


Anápsidos

Son una subclase de los amniotas que se caracterizan por carecer, originariamente, de fenestraciones en el cráneo
Los únicos representantes vivos con cráneos anápsidos son las tortugas (Testudines). Los primeros fósiles de tortugas son del Triásico, pero son demasiado similares a las tortugas actuales como para estar cerca del comienzo de este linaje.

Diápsidos
Son una subclase de amniotas saurópsidos (reptiles) que se caracterizan por presentar, originariamente, dos fosas temporales o fenestras a cada lado del cráneo tras la órbita ocular.
Los diápsidos son un grupo muy diverso que incluye, entre otros, los ictiosaurios, dinosaurios, pterosaurios, plesiosaurios, lagartos, serpientes, cocodrilos y aves, y sus correspondientes antecesores. Desde el punto de vista evolutivo pueden distinguirse, a grandes rasgos, tres linajes principales: los ictiosaurios, los lepidosaurios y los arcosaurios.
Sinápsidos
Son una subclase de amniotas que incluye a los mamíferos y a todas aquellas formas más relacionadas con ellos que con el resto de amniotas.
El rasgo craneano que los caracteriza es la presencia de un orificio en los lados del cráneo tras las órbitas de los ojos, la fosa temporal inferior. Hace tiempo se supuso erróneamente que esta fosa se había formado por la fusión de las dos que existen en los reptiles diápsidos y por ello el grupo recibió el inadecuado nombre de sinápsidos.
Los sinápsidos fueron los primeros tetrápodos en poseer varios tipos de dientes, como incisivos, caninos y molares. Los primitivos sinápsidos tenían varios huesos en la mandíbula inferior, que fueron reduciéndose en número y en tamaño en el curso de su evolución hasta convertirse en los huesecillos que forman el oído medio de los mamíferos y quedar solo el hueso dentario como componente de la mandíbula.

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