Inhalantes
Son sustancias volátiles que
producen vapores químicos que pueden ser inhalados para provocar un efecto
psicoactivo o un estado de alteración mental.
A pesar de que otras sustancias
pueden ser inhaladas, el término "inhalantes" se utiliza para
describir una variedad de sustancias cuya característica común es que rara vez,
o nunca, son usadas por otra ruta que no sea por la de inhalación. Esta
definición abarca una amplia gama de químicos encontrados en cientos de
productos diferentes que pueden tener diversos efectos farmacológicos. Como
resultado, es difícil lograr una clasificación precisa de los inhalantes.
Un sistema de clasificación nombra cuatro
categorías generales de inhalantes–disolventes volátiles, aerosoles, gases y
nitritos– basándose en la forma en que éstos a menudo se encuentran en los
productos domésticos, industriales y médicos. Las personas que consumen este
tipo de drogas corren especialmente el riesgo de morir debido a ciertos riesgos
que presenta el consumo de estas sustancias. Hay tres formas
"básicas" de consumirlas (esnifándolas, calentándolas, o poniendo
directamente el producto en un recipiente).Puede matar súbitamente, y puede
matar aun a los que inhalan por primera vez.
Efectos de los inhalantes:
Los síntomas y efectos pueden ser muy variados, dependiendo
del tipo de sustancia química y de la cantidad inhalada o aspirada.
Frecuentemente hay olor o aliento a sustancias químicas, irritación de nariz,
labios, boca o piel, manchas de sustancias químicas o pintura en la nariz,
boca, manos y/o en la ropa. Los ojos suelen estar enrojecidos, algunas veces
con movimientos oculares laterales rápidos involuntarios (nistagmus). Los
efectos inmediatos son: mareos, somnolencia, pérdida del equilibrio, falta de
coordinación, embriaguez, temblores, alteración de la memoria, falta de
concentración, lentitud de movimientos, lenguaje lento e incoherente. Puede
seguir un estado de excitación, tensión muscular, aprensión, agitación, irritabilidad,
cambios en la presión arterial y ritmo cardiaco. Se presentan cambios de
conducta y personalidad, pudiendo presentarse casos de furia histérica y
violencia verbal y/o física.
Debido a que el efecto dura de 15 a 45 minutos, el adicto
tiende a inhalar nuevamente la sustancia tóxica. Pueden presentarse nauseas,
vómitos y anorexia. Inmediatamente después del uso pueden presentarse
convulsiones, estado de coma, y muerte súbita por arritmia, fallas cardíacas,
asfixia, o accidente vascular cerebral. Luego de algunas horas, pueden
desarrollarse acumulación de líquido e inflamación de los pulmones (edema
pulmonar), hipoxia o anoxia, neumonías, convulsiones. El uso repetido o crónico
deja daño permanente en el organismo: temblores, falta de coordinación, pérdida
del sentido del equilibrio, reducción de la memoria e inteligencia, estados de
depresión o psicosis, infartos cerebrales, trastornos del lenguaje y la
memoria, epilepsia, trastornos en la sensibilidad y movimiento de las
extremidades, daño al hígado y riñones, leucemia, bronquitis crónica, ceguera,
sordera, daño cerebral permanente, problemas respiratorios crónicos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario